sábado, 26 de junio de 2010

Amarás al líder sobre todas las cosas

Los que me conocen saben de sobra que a mí el fútbol me importa más bien poco. Sin embargo, me suele interesar las clasificaciones y resultados de algunas competiciones como el Mundial. Me sucede algo parecido con las Olimpiadas, durante las cuales me gusta consultar y comparar los medalleros de los distintos países participantes… Esto es porque en cualquier competición deportiva, más allá de los goles, records o derrotas de atletas, equipos y jugadores, se puede aprender mucho sobre estrategia geopolítca y diplomacia internacional. Algo parecido a lo que sucede con el festival de Eurovisión… No quiero decir que los resultados de los partidos estén amañados a favor de potencias occidentales o emergentes, que existan conspiraciones para elegir la sede del próximo mundial… no, simplemente que observando a las selecciones clasificadas uno entiende bastantes cosas sobre la idiosincrasia de sus respectivos países y hacia donde se encaminan en el futuro.

Que anoche la selección española volviera a ganar me da más bien igual. No entiendo estos brotes de patriotismo en un país al borde de la ruina, en el que además se quema la bandera por menos de nada. En cambio, he seguido con interés la trayectoria de otra selección durante este Mundial: se trata de la de Corea del Norte, que tras tres derrotas sucesivas en la primera fase de clasificación no pasará a la siguiente (como Francia o Italia, de cuyos fracasos, por cierto, me alegro). A lo que iba, Corea del Norte, una de las últimas dictaduras comunistas que sobreviven en este mundo, consiguió colarse en el Mundial tras una ronda de clasificación no menos curiosa. Durante esta fase previa tuvo que enfrentarse cuatro veces con su sempiterna enemiga, la capitalista Corea del Sur, que también consiguió su pase para el Mundial de Sudáfrica. Ninguno de estos partidos se jugó en territorio de Corea del Norte, sino que se eligió un estadio neutral en Shangai (China) para que la letra del himno de Corea del Sur no perturbase la paz de los campos del paraíso comunista, en que según dicen viven sus vecinos del norte. Los otros dos partidos se disputaron en Seúl, pero obviamente no acudieron espectadores de Corea del Norte para animar a su equipo.

Corea del Norte no participaba en un Mundial desde 1966, en Inglaterra, cuando derrotó a Italia y Chile, y consiguió acceder a octavos, siendo el primer país asiático en la historia del torneo que pasaba a la segunda fase. Durante el mundial que estamos viviendo, la polémica saltó ya en el primer partido contra Brasil, cuando se descubrió que la afición norcoreana no era tal, sino figurantes chinos contratados para dar el pego y hacer con que animaban a su supuesto país. Luego corrieron rumores que algunos jugadores del combinado norcoreano habían desaparecido del hotel de concentración, supuestamente porque habían desertado y no pensaban regresar a su país.


Pero más surrealista todavía resulta la manera de manipular los resultados y, en general, toda la información de lo medios de comunicación norcoreanos, al servicio del indiscutido líder y dictador hereditario Kim Jong-il. La derrota por 2-1 contra Brasil se convirtió en ¡una victoria por 29 goles a favor! Y los siete goles que les cascó Portugal, no fueron para tanto, porque Corea del Norte también ganó el partido. Si no os lo creéis, podéis ver este vídeo de en que se ve el encuentro retransmitido por la televisión oficial del régimen coreano.

Según sus medios de comunicación, Corea del Norte no ha perdido ni un solo partido en la primera fase; así que no sé cómo van a explicar que su equipo se tiene que volver a casa con las manos vacías. Seguramente vengan con la excusa de que ha sido todo obra de un complot de la CIA y el imperialismo estadounidense. Lo que sí parece seguro, es que a los derrotados miembros de su selección no las van a recibir con grandes festejos, pues en cambio piensan enviarlos a trabajos forzados en una mina de carbón. Por mi parte, no me siento tranquilo del todo y me queda cierto resquemor, pues quién sabe si Kimg Jong-il no toma también represalias contra Portugal por los siete goles y decide mandar una andanada de misiles nucleares, con lo que alguno podría no estar bien apuntado y explotarnos en Extremadura.


Medio en broma medio en serio, ésta es la cruda y verdadera realidad de un país que, además de haber sido derrotado en el Mundial, comparte el dudoso privilegio con Cuba de ser la última dictadura de corte comunista que sobrevive en mundo. Las anécdotas que acabo de contar respecto a la selección del régimen norcoreano no superan para nada a las que, por ejemplo, se reflejan en este documental de hace unos tres años, en que el reportero Jon Sistiaga consigue entrar como turista en el país más hermético y desconocido del mundo. Si no lo habéis visto, hacedlo porque merece la pena. Después opinamos.

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miércoles, 9 de junio de 2010

Biografía del obispo Galarza

El próximo sábado no podéis perderos la ocasión de acudir al establecimiento de venta de prensa que tengáis más cercano. Como algunos seguro que ya sabéis, el Ateneo de Cáceres está publicando una serie de biografías de personajes relevantes relacionados con la historia de la ciudad. Se pueden adquirir cada sábado por un módico precio, junto con el periódico HOY. Los anteriores fines de semana salieron a la venta las biografías de José González Zorrilla el Zahorí (por David Narganes Robas), Diego María Crehuet (por Marcelino Cardalliaguet Quirant) y Juan José Narbón (por Manuel Vaz-Romero Nieto). Esta semana le toca el turno al obispo don Pedro García de Galarza, cuya semblanza ha sido elaborada, tras un previo e intenso trabajo de investigación, por Mercedes Pulido Cordero y Cecilia Martín Pulido.

Pedro García de Galarza (1538-1604), natural de Bonilla de Huete (provincia de Cuenca), fue obispo de Coria desde 1579 hasta su muerte. Dotado de una profunda formación humanística, podría ser considerado como un prototipo del príncipe de la Iglesia en su época: ilustrado y sensible para las artes, a la vez que diestro en los asuntos de gobierno. Su episcopado se caracterizó fundamentalmente por la aplicación en la diócesis de las acuerdos y normativas emanadas del Concilio de Trento, labor en la que contó con no poca oposición, sobre todo de las órdenes religiosas. Para llevar a cabo dicha empresa convocó sendos sínodos: el de 1594, en Cáceres, y el de 1596, en Coria, cuyas disposiciones regirían durante varios siglos la vida eclesiástica de la diócesis cauriense.

Galarza fue amigo personal y consejero de Felipe II, a quien ayudó en diversas misiones diplomáticas, sobre todo en relación con la reciente incorporación a la Corona del reino de Portugal. De hecho, el rey estuvo alojado en casa del obispo en 1583, cuando regresaba tras ser coronado en el país vecino. El obispo Galarza fue también el promotor de las obras de reforma y ampliación del palacio episcopal cacereño, en cuya fachada queda constancia de su impronta en el escudo heráldico y la inscripción del dintel: DON GARCIA DE GALARÇA OBISPO DE CORIA 1587.


Sin duda alguna, su iniciativa más importante fue la de construir un seminario en la villa de Cáceres, de acuerdo con las disposiciones del Concilio de Trento. El cabildo catedralicio de Coria se opuso firmemente al proyecto del obispo, pues pretendían que el seminario se fundase en aquella ciudad, por ser la cabecera de la diócesis. En cambio en Cáceres, el concejo apoyó con enorme entusiasmo la empresa del obispo, pues veían en ella una fuente de grandes beneficios. Cedieron unos terrenos y finalmente quedó instituido el colegio seminario de San Pedro, popularmente conocido como el de Galarza, «en el ejido de la villa que llaman de las Parras».

Porque fue un obispo que favoreció sobre todo a la villa de Cáceres, al igual que otros prelados posteriores y como mucho después también sucedería con don Manuel Llopis Ivorra (1950-1970), los caurienses no le tuvieron en mucha estima. Sin embargo, Pedro de Galarza pidió ser enterrado en la catedral de Coria, en un magnífico mausoleo renacentista donde la estatua de alabastro del obispo se encuentra en actitud orante. La venganza, no obstante, es un plato que se sirve frío, porque años después dicho mausoleo quedó parcialmente escondido con la construcción del retablo mayor.


Sobre el obispo Galarza se podrían contar multitud de anécdotas e incluso alguna leyenda, pero prefiero que primero adquiráis y leáis su biografía --ya os digo, muy baratita, el sábado con el periódico HOY--, porque os aseguro que va a ser de lo más interesante; y en otro momento tendremos ocasión de volver sobre la figura de tan insigne personaje.

Blasón del obispo Galarza en la fachada del Palacio Episcopal (Cáceres): De sinople, una banda de plata cargada con la leyenda AVE MARÍA, resaltada de una garza de plata, sobre ondas de plata y azur. Timbrado con un capelo episcopal, y bajo él una filacteria con el grito EX ALTO (de alto), se flanquea con borlas.

viernes, 4 de junio de 2010

El robo del cáliz de oro

Os propongo un acertijo, a ver quién es el primero en dar con la solución:

Corría el año 1978 y el famoso ladrón de obras de arte René Alphonse van den Berghe, más conocido como Erik el Belga, perpetró un robo cuya autoría nunca pudo ser probada por la policía. Como de costumbre y también en esta ocasión, su objetivo era una iglesia parroquial de un pequeño y casi deshabitado pueblo de la provincia de Palencia. De allí sustrajo un magnífico cáliz de oro, incrustado de piedras preciosas. Para poder sacar la pieza robada de España --recordemos que por entonces todavía existían controles de aduana en las fronteras--, decidió fingir que el copón era una simple bagatela dorada, un souvenir que había comprado en una tienda de recuerdos; así, se hizo fabricar siete cálices iguales cuyo aspecto era idéntico al verdadero, pero no se trataba más que de perfectas reproducciones de latón dorado, decoradas con cristales de colores. Mediante esta artimaña, Erik el Belga esperaba pasar el cáliz verdadero y sus réplicas a través de la frontera como si todas ellas fuesen piezas seriadas de artesanía de escaso valor. Las réplicas eran muy buenas: de hecho, eran demasiado buenas, y eso supuso un problema, cuando tras pasar la noche en un hotel de carretera, Erik el Belga se despertó y no fue capaz de distinguir el cáliz verdadero de los falsos.

Las extensas y deshabitadas llanuras de Tierra de Campos, escenario de muchos robos de obras de arte sacro en sus iglesias, monasterios y ermitas.

El ladrón de antigüedades no podía perder tiempo, pues temía que en un rutinario control de carretera le pudiesen requisar las piezas y, aunque él no veía dificultad para escapar del cerco de la policía, todo su esfuerzo habría sido vano al perder el codiciado producto de uno de sus mejores golpes. El único dato que le podía servir para distinguir el cáliz verdadero era que éste pesaba apenas un poco más que las reproducciones. Bajó entonces a la cocina del hotel y, evitando que nadie le viera, se hizo con una balanza de dos platillos, pesando los cálices, de dos en dos, hasta encontrar el verdadero. Pero como el tiempo corría en su contra y no quería despertar sospechas, porque alguien le pudiese sorprender pesando los cálices, trató entonces de encontrar la manera de distinguir el cáliz de oro en pocas pesadas.

¿Cuántas creéis que serían el mínimo de pesadas necesarias?

* Basado en un acertijo del libro de Daniel Samoilovich: 43 crímenes para resolver. Barcelona: RBA, 2008; págs. 21-23.

Suzume-no-kumo

Durante este curso que acaba de terminar, tras la sugerencia de algunos miembros del Club de Lectura, nos propusimos leer una novela histórica ambientada en una época y lugar alejados de los que tradicionalmente solemos tratar, que generalmente abarcan la Historia de Europa o de nuestro propio país, y quizá en alguna ocasión el ámbito islámico. La obra elegida en esta ocasión fue El honor del samurái, del escritor japonés, aunque nacido en Estados Unidos, Takashi Matsuoka. Contando con la ventaja de esta doble ascendencia cultural, el autor nos invita a adentrarnos en los tumultuosos momentos previos a la Revolución Meiji (1868), que marcarán el final de la sociedad de los samuráis, con la posibilidad de analizar estos acontecimientos tanto desde el punto de vista occidental (de unos misioneros norteamericanos) como el oriental (del protagonista de la novela: un señor feudal japonés).

Se trata de una lectura muy recomendable, sobre todo para las fechas veraniegas que se avecinan. Además de trasladarnos a unos escenarios exóticos, magistralmente descritos, la novela nos permite conocer, y comprender mucho mejor, los entresijos de la mentalidad japonesa (tan distinta, y distante, a la nuestra), así como formarnos una idea de cómo se configuró a lo largo de la historia la sociedad feudal japonesa, con el emperador relegado por el poder militar del shōgun, cada uno de los daimyō y sus leales samuráis, la elegante seducción de las geishas, etc. El realismo con que son descritas las escenas y costumbres llega al punto de resultar cruel, sobre todo cuando se trata de batallas o combates cuerpo a cuerpo, donde la sangre derramada y las amputaciones no parecen conocer límites… algo muy propio de la cultura japonesa.


Ahora que esta novela me ha servido para introducirme en el conocimiento y el estudio, verdaderamente apasionante, del mundo nipón, me gustaría detenerme a explicar algunos aspectos de su historia, su mentalidad o su sociedad; tarea que seguramente reserve para futuras entradas. Sin embargo, quisiera compartir las citas que encabezan cada uno de los capítulos de la novela, unas máximas y leyendas al estilo del Tao Te King, que nos inivtan a saborear los tan sutiles y a la vez contundentes principios de la filosofía japonesa. Recogidas en un imaginario tratado que lleva por título Suzume-no-kumo («Bandada de gorriones»), son las que siguen:


Cuando cruces un río desconocido, lejos de tu dominio, observa las turbulencias de la superficie y la pureza de las aguas. Presta atención al comportamiento de los caballos. Cuídate de las emboscadas.

Cuando vayas a cruzar un vado que conoces cerca de tu casa, escudriña las sombras de la otra orilla y el movimiento de las hierbas altas. Escucha la respiración de tus compañeros más cercanos. Cuídate del asesino solitario.

* * *

Hay quienes dicen que entre los bárbaros no hay diferencias, que todos son la misma abominación carroñera. Esto es falso. Los portugueses cambiarán armas por mujeres. Los holandeses piden oro. Los ingleses quieren tratados.

Así pues, debéis saber que es fácil entender a los portugueses y a los holandeses, y que los ingleses son los más peligrosos. Por lo tanto, estudiad con atención a los ingleses y olvidaos de los otros.

* * *

La niebla envuelve el bosque frente a nosotros y el mar a nuestras espaldas. Al mismo tiempo, el lejano pico del Monte Tosa se ve tan claramente como un el cielo de primavera. Delante los francotiradores se ocultan entre los árboles y las sombras.

Detrás, los asesinos se sumergen y se acercan, aferrados a maderos que arrastra la deriva.

¿De que sirve la claridad en la lejanía?

* * *

Te asaltan las dudas. Reina la confusión. No distingues entre el ayer y el mañana. Escucha a tu corazón y déjate guiar por él: retumba como un tambor. Ruge, como los rápidos en el invierno. Al cabo no podrás distinguir entre el sonido y el silencio.

Escucha.

Escucha.

Escucha.

Sangre, no agua.

Tu sangre.

* * *

El conocimiento puede ser un freno. La ignorancia puede liberar. Saber cuando saber y cuándo no saber es tan importante como un acero bien templado.

* * *

Ese año, el señor Shayo se congeló en el mar helado de invierno; una rama cargada de capullos primaverales mató a su sucesor, el señor Ryoto; el siguiente heredero, el señor Moritake, fue inmolado por un rayo de verano. Así fue como Koseki se convirtió en el señor del dominio.

―No hay nada que yo pueda hacer con respecto al clima ―dijo.

Durante las primeras lluvias de otoño, ejecutó a todos los miembros de la guardia de corps, envió a todas sus concubinas a un convento, expulsó a los cocineros, se casó con la hija del jefe de las caballerizas y declaró la guerra al sogún.

El señor Koseki gobernó durante 38 años.

* * *

No todas las batallas se ganan avanzando. No todas las retiradas son derrotas. Avanzar es una estrategia. Retirarse es también una estrategia.


Una retirada debe realizarse en orden. No siempre debe parecer ordenada. Las apariencias en la retirada también son una estrategia.

* * *

Algunos creen que la victoria surge de una estrategia superior.

Otros confían en el coraje.

Otros depositan sus esperanzas en el favor de sus dioses.

Después están los que ponen su fe en espías, asesinos, seducciones, traiciones, corrupción, avaricia, miedo.

Todos éstos son caminos engañosos por una sencilla razón. Piensas en la victoria, y pierdes lo real mientras te aferras a lo falso.

¿Qué es lo real? Cuando el acero de tu enemigo te acuchille ferozmente y tu vida penda de un hilo, lo sabrás.

De lo contrario, habrás vivido la vida en vano.

* * *

El primer chambelán dijo:

―Últimamente ha habido discusiones acerca de si la virtud es innata o adquirida. ¿Cuál es tu opinión, señoría?

El señor Takanori dijo:

―Que es absurdo.

El chambelán dijo:

―Si la virtud es innata, el entrenamiento no nos sirve de nada. Si es adquirida, un marginado puede convertirse en el igual de un samurái.


El señor Takanori dijo:

―La mierda virtuosa. La mierda no virtuosa.

El chambelán se inclino respetuosamente y se retiró.

El señor Takanori volvió a dedicar toda su atención a la escena que tenía ante sí y siguió pintando
Paisaje de árboles ensombreciendo el baño de la dama Shinku.

* * *

La catana ha sido el arma del samurái desde tiempos inmemoriales. Pensad en su significado más profundo.

Sólo uno de los bordes de la hoja está afilado. ¿Por qué? Porque si apoyamos el borde romo en nuestra carne, la catana se convierte en un escudo. Con una espada de doble filo no es posible hacerlo. Un día, en pleno combate, puede que uno acabe debiéndole la vida al borde romo antes que al afilado. Que este contraste os recuerde que el ataque y la defensa no son sino uno.

Nuestra hoja es curva, no recta. ¿Por qué? Porque en una carga de caballería una hoja curva es mas eficiente que una recta. Que esta forma curvilínea os recuerde que un samurái es, ante todo, un guerrero que combate a caballo. Aun estando de pie, comportaos como si montaseis un furioso caballo de combate.

Haced que estas dos verdades formen parte de vuestro ser. Así, vuestra vida merecerá ser vivida y vuestra muerte será ciertamente honorable.

* * *

Desde el punto de vista estratégico, debo lamentar desde luego nuestra derrota en esta batalla. Nunca hay que aceptar la derrota con ligereza. Sin embargo, no puedo por menos de sentir que desde el punto de vista estético no podría haberse producido un resultado más exquisitamente hermoso.

El blanco de la nieve que cae suavemente. El rojo de la sangre derramándose. ¿Hubo alguna vez un blanco más blanco o un rojo más rojo, nieve más fría o sangre más caliente?

* * *

¿Puedes ser como el ciego frente al cuadro, el sordo en un concierto, el muerto en un banquete?

Si no puedes, entonces deshazte de tu catana y tu
wakizashi, tu arco de dos metros, tus flechas con plumas de halcón, tu caballo de combate, tu armadura y tu nombre. Careces de la disciplina necesaria para ser un samurái. Hazte granjero, cura o comerciante.

Evita también a las mujeres hermosas. Son demasiado peligrosas para ti.

* * *

Los sabios dicen que la felicidad y la pena son una misma cosa. ¿Será por que cuando hallamos la primera también encontramos la segunda?

* * *

Cuando vayas a atacar, espera el momento apropiado.

Mientras esperas, mantente como un guijarro al borde de un precipicio de tres mil metros de altura.

Cuando se revele el momento apropiado, desaparece en el ataque como un guijarro que cae al vacío.

* * *

Las palabras pueden herir. El silencio puede curar. Saber cuándo hablar y cuándo no hablar constituye la sabiduría de los sabios.

El conocimiento puede frenar. La ignorancia puede liberar. Saber cuándo saber y cuándo no saber es la sabiduría de los profetas.

Sin el freno de las palabras, el silencio, el conocimiento o la ignorancia, una hoja afilada corta limpiamente. Ésta es la sabiduría de los guerreros.

* * *

En su lecho de muerte, el señor Yakuo recibió la visita del padre Vierra. El padre Vierra le preguntó de qué se arrepentía más en su vida.

El señor Yakuo sonrió.

Perseverante, como suelen ser los sacerdotes cristianos en estos asuntos, el padre Vierra le preguntó si se arrepentía de algo que había hecho o de algo que no había hecho.

El señor Yakuo dijo que el arrepentimiento era un elixir para los poetas. Él había vivido como un guerrero iletrado y tosco, y moriría como tal.

El padre Vierra, al ver la sonrisa en los labios del señor Yakuo, le preguntó si se arrepentía de haber sido guerrero en lugar de poeta.

El señor Yakuo siguió sonriendo, pero no respondió.

Mientras el padre Vierra hacía preguntas, el señor Yakuo entró en la Tierra Pura.

* * *

Dioses y Budas, antepasados y fantasmas, demonios y ángeles, ninguno de ellos puede vivir tu vida o morir tu muerte. Tampoco la capacidad de ver el futuro o de leer el pensamiento de los demás te mostrarán tu verdadero camino.

Esto es lo que he aprendido.

El resto deberás descubrirlo tú.

* * *

Ésta es tu catana.

Para hacerla, el acero fue lanzado al fuego, fue doblado y golpeado una y otra vez hasta que veinte mil capas de metal purificado se convirtieron en una. De cada lingote que lamieron las llamas, sólo una sexta parte sobrevivió para volverse hoja y espiga.

Reflexiona acerca de esto con atención. Capta claramente la diferencia entre definición y metáfora, y las limitaciones de cada una. Solo entonces estarás capacitado para desenvainar esta arma y emplearla en asuntos de vida o muerte.

miércoles, 2 de junio de 2010

«El pueblo de Cáceres»

Hace dos años, tal día como hoy, con motivo del bicentenario de la Guerra de la Independencia, decidí escribir una entrada en la que resumía cómo se habían sucedido los acontecimientos en la villa de Cáceres con posterioridad al levantamiento popular contra los franceses en Madrid, el 2 de mayo de 1808. En su momento, comentaba que el 2 de junio apareció un pasquín clavado en la puerta de la Audiencia, en el que se animaba a la insurrección frente a los franceses y se pedía a las autoridades que declarasen la guerra. Según varios autores, a las que seguía en mi argumento, éste panfleto supuso el revulsivo que motivó a las autoridades municipales a posicionarse en contra del ejército invasor, siguiendo el ejemplo del alcalde de Móstoles. Sin embargo, siempre pensé que tal episodio no era del todo verídico, que se trataba de una manera así como literaria de adornar los acontecimientos históricos, y que, por tanto, dicho pasquín no se había escrito o, por lo menos, ni siquiera se conservaba. Pero mira por donde que andaba equivocado: el panfleto que en su día un portero de la Audiencia encontró en su puerta, firmado por el pueblo de Cáceres, en alegato contra los ejércitos de Napoleón, existe como tal documento y se conserva entre los papeles de un legajo en el Archivo Histórico Municipal. Aquí tenéis su transcripción:


Combiene para la defensa de esta monarquía que los señores jueces que componen este superior tribunal, como el corregidor, manden inmediatamente que se haga el alistamiento de todos los hombres de hedad de diez y seis años hasta cuarenta inclusive, tanto de Cáceres como de su partido, y les provean de armas, para estar defensos de cualquier novedad que según el estado de las cosas puede y aún está próxima a suceder.

Asimismo combiene que en medio de la plaza se fixe bandera encarnada con letrero a un lado que diga «Cáceres», y al otro lado un víctor con caracteres que digan «Viva Fernando Séptimo». Así lo han hecho otras provincias como tan celosas de la patria, religión y cristiandad, y no sería vien visto que una provincia como la Extremadura, tan heroica y valerosa, se levantase la última, cuando ya no puede adquirir ningún mérito.

Así combiene y así lo pide este pueblo, so pena que no verificándose esto, se tomara el gobierno por su cuenta y recaerá sobre ellos y cualquiera otra persona que vaya sobre o contra lo aquí contenido las penas o castigo de «si las varvas de tu vecino ves pelar…»

Pueblo de Cáceres.

Archivo Histórico Municipal de Cáceres. Guerra de la Independencia. 1808. Primer Expediente General de la Junta de Gobierno.

- F. Jiménez Berrocal, Mª J. Teixidó, J. C. Martín Borreguero: La Guerra de la Independencia en Cáceres. Badajoz: Caja de Extremadura, 2008; pág. 160.

lunes, 31 de mayo de 2010

otramiradaINTOmadrid

Debería haber escrito esta entrada hace dos meses. Si no lo hice antes, no fue por falta de interés, sino de tiempo… Podéis echarle un vistazo al blog y atisbar el desierto que lo cruza, comprobar cómo los hombres grises obraron con despiadada eficacia desde marzo para acá. De todas maneras, no quería perder la ocasión para mencionar esta nueva página web creada por unos amigos de Madrid. Según sus palabras, el objetivo de este proyecto es «compartir una forma diferente de vivir la ciudad, la fotografía, el arte y la arquitectura». Madrid es una ciudad repleta de oportunidades y posibilidades, y ellos, además de haber realizado un trabajo profesional e interesante, han sabido captar esa esencia. Con estas líneas, sólo deseo reiterarles mi más sincera enhorabuena y mi promesa de colaborar con alguna aportación, quizá un artículo sobre curiosidades de la historia de Madrid. Por otra parte, tampoco quiero extenderme hablando sobre la página en sí, sino que seáis vosotros los que comprobéis la verdad de lo que digo.

http://otramiradaintomadrid.com

sábado, 29 de mayo de 2010

Las ferias según el Fuero de Cáceres

Publio Hurtado, en su obra Recuerdos cacereños del siglo XIX, señala que las ferias, o reuniones de mercaderes y compradores, fueron unas instituciones fundamentales de la economía medieval. Por mediación de ellas periódicamente se ponían en comunicación los vendedores y quienes deseaban adquirir sus mercancías, en mercados que también atraían a los campesinos y al pueblo llano con entretenimientos festivos que les hacían olvidarse de sus penosos trabajos cotidianos, haciéndose coincidir estos mercados, en muchas ocasiones, con festividades religiosas propias de las poblaciones en que se celebraban.


El precedente más remoto de las actuales ferias de Cáceres lo encontramos en época medieval, cuando Fernando III el Santo (1217-1252) otorga a la entonces villa el privilegio y las disposiciones oportunas para celebrar una feria, que se añaden a las normas forales que unos años antes concediera y aprobara su padre, Alfonso IX de León.

En el artículo correspondiente del Fuero de Cáceres, que a continuación reproducimos, se puede apreciar, no sin cierto asombro, la excesiva duración de estas primeras ferias: abarcaban los últimos quince días de abril y los quince primeros de mayo. A las mismas podían acudir tanto cristianos (de los distintos reinos) como judíos o moros, tanto amigos como enemigos, así libres como esclavos, lo mismo de tierra de moros que de cristianos. A todos ellos se les concedía una tregua por el tiempo que estuviesen en la feria, y durante la misma no se les podían cobrar deudas ni apresar por delitos que hubieran cometido en otro lugar.

El texto está escrito en un latín romanceado, aunque con un poco de paciencia se puede leer y comprender en su totalidad. Aparte de los datos mencionados, la mayor parte de las disposiciones se refieren a las penas impuestas a aquellos que contravinieran las normas de la feria, quebrantasen la pacífica convivencia o intentaran impedir el desarrollo de las transacciones comerciales.

Mando etiam concilio de Caceres suam feriam, quod abeant I uice in anno, XV dias ultimos mense aprilis et XV dies primeros de mayo. Et quicumque uoluerint uenire ad istam feriam de Legionis, siue Castelle, Aragonum, Nauarrensis, Portugalle, siue christianus, siue iudeus, siue marus, siue inimicus, siue seruus, siue liber, uel quolibet de quibuscumque partibus fuerit, ueniant secure et atreguatus. Et qui ad istam feriam uenierit, et aliquis eum contrariauerit, pectet M haureos, medietatem regi et medietatem concilio, et quereloso dannum duplatum. Et todos los alcaldes, et los VI, et notarios con illos que escriuan todas sus calonas, et guarden et ronden la feria de die et de nocte. Et si quem pian uiderint extrare cuctello, uel armam uedatam, et percusserit, pectet X morabedis. Et si fecerit liuores, pectet C morabedis et cortent ei manum. Et qui percusserit, et si per illa percussiones mortuus fuerit, enforquenlo et perdat ei quantum ei quantum habuerit si extranus fuerit, et si uicino ad forum. Et si cum puno percusserit, uel cum tali causa que fecerit liuores, et fecerit per iram, pectet L morabedis. Et si percusserit, et liuores non fecerit , et non ouiere de que pechar, cortent ei manum. Et los alcaldes de conceio, et iuratis, et sex, et notarios, et mayordomos, anden per la feria, II a dos. Et si aliquis fecerit quod non debet facere, en el cepo iacendo, pectet las calonas. Et colligant eas maiordomos et dent terciam partem querenti, et terciam concilio, et terciam alcaldes, et VI, et escriuan, et mayordomos qui guardant feriam. Et si algun destos que guardan la feria non pudiere con el que fiziere buelta o liuores, et fiziere testigos a los uizinos que ly aiuden et noluerit ei adiuuare, unusquisque pectet X morabedis a los alcaldes et a los VI. Et en feria diganlo los alcaldes que la guardan , II, per la iura qua fecerint concilio, quod illi uiderunt, et prestet. Et eas (?) calunnias accipiant maiordomos, ut supra dictum est. Tod omne que comprare en ferias, et despues le conoscieren alguna cosa o demandaren per furto, firme con III uicinos (o dos jurados) de la uilla que enna feria lo compro et non responda pro illa causa. Todo latrone que furtare en la feria enforquenlo, si eum inuenerint.

El Fuero de Cáceres (s. XIII), fol. 78.


Puesto que la duración de las ferias también fue considerada entonces algo excesiva, a los pocos años el concejo acudió al rey, pidiéndole que se modificaran las disposiciones del fuero y que el mes que duraba el encuentro comercial se pudiera dividir en dos. Alfonso X el Sabio accedió y, mediante una carta dada en Burgos, el 8 de julio de 1266, permitió que se convocasen dos ferias en lugar de una, pero ambas de menor duración: la primera tendría lugar los últimos ocho días del mes de abril y los ocho primeros de mayo, y la otra abarcaría desde el día de San Andrés (30 de noviembre) hasta el 14 de diciembre. Este sería el antecedente de celebrar dos ferias en Cáceres, que estuvieron vigentes hasta 1987 cuando se suprimió la feria de San Miguel (se celebraba a finales de septiembre).

Sea como fuere, con sus más y sus menos (teniendo en cuenta períodos de sequías, epidemias, guerras…), con alguna que otra variación de fechas, las ferias de Cáceres en su formato medieval se siguieron celebrando hasta 1863, para casi desaparecer por completo y no volver a despegar hasta 1896; pero esa es ya otra historia…

miércoles, 26 de mayo de 2010

Edward Bernays

El pasado sábado tuvo lugar el acto de graduación de mi hermana, que en menos de un mes será licenciada en Psicología. Además de volver a manifestar mi enhorabuena, como prometí, pensaba dedicarle una entrada relacionada con su futura profesión. Suele ser habitual que todo hijo de vecino, desde el fontanero al panadero, pasando por insignes políticos, se las den de saber y haber leído mucho sobre Psicología… pero como mi hermana también suele decir, no basta con echarle un vistazo de vez en cuando al consultorio sentimental de la Pronto. Por ese motivo, para tratar de ser humilde y no meterme en camisas de once varas, quiero referirme a un tema, más bien a un personaje, del que pueda decir algo desde el punto de vista histórico, sin temor a meter la pata. En mi opinión, se trata además de uno de los personajes más influyentes del siglo XX y, quizá --eso me lo tendrá que confirmar mi hermana--, el primero que aplicó las teorías del psicoanálisis en el campo de la sociología, es decir, con el firme propósito de estudiar (y manipular) el comportamiento de las masas.


Posiblemente muy poca gente haya oído hablar de él, pero me refiero a Edward L. Bernays (1891-1995), que además de ser conocido por su parentesco con Sigmund Freud --era su sobrino--, está considerado como el creador de la teoría de las relaciones públicas. Aunque había nacido en Viena, siendo niño sus padres emigraron a Estados Unidos, donde cursaría estudios universitarios de agricultura, para después dedicarse a su verdadera pasión: el mundo de la publicidad y el periodismo.

La carrera de Bernays comenzó con el estallido de la Primera Guerra Mundial, cuando el gobierno de los Estados Unidos y su presidente, Woodrow Wilson, contrataron sus servicios y los del periodista Walter Lippmann, con la intención de que convencieran a la opinión pública norteamericana de la necesidad de que el país interviniese en el conflicto armado europeo, modificando de este modo las preferencias mayoritarias por alemanes y austriacos, ya que Inglaterra todavía representaba en las mentes de los ciudadanos estadounidenses la opresión de la antigua potencia colonial. Para alcanzar este propósito, Bernays y Lippman convirtieron las apelaciones al inconsciente colectivo en un arma de propaganda y manipulación de masas, a fin de persuadir a la opinión pública de que el país debía ir a la guerra. Siguiendo sus consejos, el presidente Woodrow Wilson anunció que Inglaterra estaba luchando, no para restaurar su imperio, sino para extender la democracia en el mundo.


Cuando la guerra terminó, Bernays acompañó al presidente Wilson a la Conferencia de Paz de Versalles, en cuyos debates intervino activamente. Años más tarde, el propio Bernays manifestó: «Si se puede utilizar la propaganda en tiempos de guerra, también se podrá hacer en tiempos de paz. Y como la palabra propaganda llegó a estar mal vista por su uso en Alemania, entonces decidí inventar el término Relaciones Públicas».

A comienzos de la década de los veinte, Bernays decidió utilizar las poco conocidas teorías de su tío en el campo de las relaciones públicas, un término que él mismo inventó más tarde para diferenciarla de la propaganda nazi. Bernays enseñó a las corporaciones norteamericanas la manera de lograr que las personas quisieran cosas que no necesitaban, persiguiendo de esta manera un consumo masivo por parte de la sociedad, que a su vez satisficiera el incremento de la producción industrial que siguió a la guerra.

Bernays empezó sus experimentos de psicología de masas con la manipulación de las mentes de las clases populares. Se interesó por el psicoanálisis que su tío había desarrollado y utilizó sus teorías sobre el subconsciente para manipular la opinión pública, lo que enfureció a Freud, que creía que era una acción indigna. Al respecto, es muy ilustrativa la definición que Bernays nos ofrece sobre el concepto de «opinión pública»:

La opinión pública es un término que describe un grupo de juicios individuales, mal definidos, vivaces y cambiantes, a la vez que es el resultado colectivo de la opinión individual, ahora uniforme, ahora conflictiva, de los hombres y las mujeres que constituyen la sociedad o cualquier grupo social.

Su más ambicioso experimento fue convencer a las mujeres de que fumaran, algo que por aquel tiempo no estaba bien visto. Uno de sus mejores clientes, George Hill, presidente de la American Tobacco, quería encontrar la manera de romper con ese tabú. En el año 1991, el propio Bernays contaba ante una cámara de televisión cómo sucedió todo:

Estábamos perdiendo la mitad del mercado por un tabú de los hombres contra el hecho de que las mujeres fumaran en público. «¿Puedes hacer algo al respecto?», me preguntó el presidente de la tabacalera. «Déjame que piense», le dije. Y entonces fui a un psicoanalista para preguntarle qué significaba el tabaco para las mujeres. Tuve que llamar a uno de Nueva York porque mi tío vivía en Viena.



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En The Century of the Self, una extraordinaria y muy ilustrativa serie documental realizada hace unos cuantos años para la BBC, en la que se trata de analizar la influencia de los medios de comunicación durante el siglo XX, Adam Curtis relata como Bernays consiguió estimular el consumo de tabaco entre las mujeres. En tal sentido, comenta que uno de los primeros psicoanalistas en Estados Unidos, E. April, le contó a Bernays que en el subconsciente femenino el cigarrillo era un símbolo fálico que otorga un poder masculino y sexual. Le dijo que si podía conectar el hecho de fumar con disputar el poder masculino, las mujeres fumarían porque entonces tendrían su propio pene. Cada año en Nueva York se suele celebrar un cabalgata por la fiesta de Pascua, a la cual acuden miles de personas; Bernays decidió montar un evento en ese desfile, persuadiendo a un grupo de mujeres de la alta sociedad para que llevaran escondidos unos cigarrillos y, ante una señal suya, los encendieron de manera ostentosa. Bernays había avisado a la prensa de que un grupo de sufragistas pretendían realizar un acto de protesta reivindicando sus libertades bajo el lema antorchas de la libertad.


El experto en relaciones públicas, Pat Jackson, explicaba en el citado documental las claves ocultas de esa estrategia del sobrino de Freud:

Él sabía que todos los fotógrafos estarían ahí y que esto provocaría muchas protestas. Y estaba preparado con la frase clave: «antorchas de la libertad». Ahí enarboló el poder del símbolo; mujeres, mujeres jóvenes fumando cigarrillos, con un lema. Todo el que quiera unirse a ese lema, que es la libertad, tendrá que apoyarla. La Estatua de la Libertad es el símbolo de América, con su antorcha en la mano. Todo esto alude a la emoción, a la memoria, a los instintos inconscientes. Al día siguiente, la noticia de las mujeres que reclamaban su derecho a fumar no sólo estaba en los diarios neoyorquinos, sino de todo Estados Unidos y del resto del mundo. Desde ese momento se disparó la venta de cigarrillos a las mujeres. Bernays consiguió que fuera socialmente aceptada con un solo acto simbólico, asociando la idea de que las mujeres que fuman son más independientes, libres y poderosas.


Una idea que todavía persiste, y que fue amplificada por las inversiones que las compañías tabaqueras hicieron en las películas de Hollywood, en las que las estrellas más glamorosas siempre aparecían con un cigarrillo en la mano. No hace falta que mencionemos ningún ejemplo, pues estaríamos hablando de algunas de las mejores escenas de la historia del cine. En definitiva, Bernays consagró de esta manera el uso de los medios de comunicación para manipular a las masas. Inventó las modernas técnicas de publicidad (el llamado marketing) y con ello inauguró un nuevo período en la Historia: el de la sociedad de consumo de masas.

A lo largo de su vida, Bernays contó entre sus clientes a varios presidentes estadounidenses, como Coolidge, Wilson, Hoover, Eisenhower, Reagan o George H. W. Bush, a los que ayudó primero a alcanzar la Casa Blanca, y después como asesor en sus respectivos gabinetes. También se relacionó profesionalmente con importantes personajes de la vida pública, como el inventor Edison, el cantante Caruso, el bailarín Nijinsky, el industrial Henry Ford o el multimillonario Rockefeller; y, por supuesto, prestó sus servicios en importantes empresas transnacionales, que todos conocemos (Cartier, Dodge, CBS…). Se rumorea que Bernays recibió atractivas ofertas para trabajar en Alemania, al servicio de Adolf Hitler y su servicio de propaganda, dirigido por Joseph Goebbles; pero quizá porque era judío, o porque acabó primando más su lealtad a los principios democráticos, se negó en rotundo a colaborar con los nazis. También fue tentado para trabajar al servicio del dictador nicaragüense, Anastasio Somoza, o sin ir más lejos, de nuestro general Franco, a quien, por cierto, no le hubiera venido nada mal contar con un asesor de relaciones públicas.


Después de la Segunda Guerra Mundial, Bernays trabajó en una campaña de propaganda a favor de la United Fruit Company (hoy United Brands), que como sabemos estuvo detrás del golpe de estado que, con ayuda de la CIA, derrocó al gobierno electo de Guatemala en 1954. La empresa se servía de la mano de obra casi esclava para producir plátanos baratos que luego vendía en el lucrativo mercado de Estados Unidos. Cuando el gobierno de Guatemala, que era ligeramente reformista, trató de frenar el poder de la compañía, Bernays manipuló a los medios de comunicación para tratar de mostrar ante la opinión pública que el gobierno guatemalteco era un peligro comunista: eran los paranoicos años cincuenta y se comenzaba a vislumbrar la Guerra Fría. A Bernays le pagaron por este trabajo 100.000 dólares al año, un salario que no estaba nada mal para la época.


El sobrino de Freud siempre destacó por su notable franqueza, en una industria, la de las relaciones públicas, que el mismo había inventado, caracterizada por el dominio de las evasivas y los eufemismos:

La manipulación consciente e inteligente de los hábitos organizados y las opiniones de las masas es un elemento importante en la sociedad democrática (…). Aquellos que manipulan este mecanismo oculto de la sociedad constituyen un gobierno invisible que es el verdadero poder gobernante de nuestro país (…). En casi cualquier acto de nuestra vida cotidiana, ya sea en el ámbito de la política o los negocios, en nuestra conducta social o nuestro pensamiento ético, estamos dominados por un número relativamente pequeño de personas (…) que entienden los procesos mentales y los patrones sociales de las masas. Son ellos los que al tirar de los cables, controlan la mente del público.

La manipulación de la opinión de masas por los medios de comunicación ha estado presente a lo largo de todo el siglo XX, y resulta especialmente llamativa cuando se trata de legitimar invasiones y guerras, desde la de Vietnam a la de Irak (¿o acaso no os acordáis de las armas de destrucción masiva?). Según confesaron algunos asesores y responsables de la carrera presidencial de Barack Obama en 2008, la campaña electoral del candidato demócrata estuvo basada en gran parte en las aportaciones y estudios de Edward Bernays: en concreto, aspectos de tal interés como la coincidencia del interés público con el privado, así como la construcción e influencia de los líderes para arrastrar a las masas.

Algunos malintencionados continúan asegurando que todas estas estrategias fueron un invento de los alemanes, pero se equivocan, se las debemos exclusivamente a Edward Bernays. Él mismo escribió en sus memorias que se sorprendió al enterarse de que Goebbels contaba con sus libros en las estanterías de su biblioteca, y que por tanto sus teorías habían contribuido al éxito y ascenso del Tercer Reich. El sobrino de Freud fue capaz de cambiar el punto de vista de mucha gente y convencerlas de que hagan lo que se les sugiere, una habilidad que pocos hombres tuvieron y que muchos desearían poseer.

Bibliografía:
- E. L. Bernays: Biography of an idea: memoirs of public relations counsel Edward L. Bernays. Nueva York: Simon & Schuster, [1965].
- Keith A. Larson: Public relations, the Edward L. Bernays and the American scene: a bibliography. Westwood, Mass.: F. W. Faxon Co., 1978.
- Idem: Los últimos años: radiografía de las relaciones públicas, 1956-1986. Barcelona: PPU, 1990.
- J. D. Barquero Cabrero: Relaciones públicas: de las técnicas comunicativas a la aplicación de las ciencias sociales en los procesos de administración de las relaciones públicas: ensayo biográfico del doctor Edward L. Bernays. S.l.: s.n., 1990.
- E. L. Bernays: Cristalizando la opinión pública: un libro para relaciones públicas, empresarios, economistas... Barcelona: Gestión 2000, 1997.
- Idem: Propaganda. [Barcelona]: Melusina, [2008].
- E. L. Bernays, J. D. Barquero Cabrero, M. Barquero Cabrero: Relaciones públicas. Palma de Mallorca: Fultwagen, [2008].

viernes, 23 de abril de 2010

«Ser poeta»



Ser poeta é ser mais alto, é ser maior
Do que os homens! Morder como quem beija!
É ser mendigo e dar como quem seja
Rei do Reino de Aquém e de Além Dor!

É ter de mil desejos o esplendor
E não saber sequer que se deseja!
É ter cá dentro um astro que flameja,
É ter garras e asas de condor!

É ter fome, é ter sede de Infinito!
Por elmo, as manhãs de oiro e de cetim...
É condensar o mundo num só grito!

E é amar-te, assim perdidamente...
É seres alma, e sangue, e vida em mim
E dizê-lo cantando a toda a gente!


Dedicado a todos los cacereños, que hoy celebran la festividad de su patrón, al igual que catalanes, aragoneses, alcoyanos, portugueses, ingleses, búlgaros, georgianos, lituanos, chilenos, genoveses, etc.; también a los arqueros, prisioneros, herreros, artistas de circo, boy scouts, montañeros, etc.; a los castellano-leoneses, por ser el día de su comunidad; a todos los lectores empedernidos, que no podrían desenvolverse en esta vida sin un libro entre las manos… y a todos aquellos que alguna vez han deseado ser poetas.

martes, 30 de marzo de 2010

1000 días para el fin de los tiempos

Esta mañana me he levantado con el ánimo apocalíptico, es decir, con ganas de meter miedo al personal. Pero luego, reflexionando, he caído en la cuenta que para eso ya están los periódicos y telediarios; así que me voy a reprimir y explicaré las cosas tal como son, sin añadir ni quitar nada a la verdad.

Sí es cierto que a partir de hoy comienza la cuenta atrás: quedan mil días para el 24 de diciembre del 2012, fecha en la que según los antiguos mayas se acabará el mundo. Aprovechando la efeméride, más de uno se ha puesto a escribir y publicar libros --y también a rodar películas--, tratando de sacar partido del inevitable armagedón. Y ahora yo me pregunto: ¿y si es el fin del mundo y todos nosotros, y lo que nos rodea, nos iremos al carajo (por emplear términos coloquiales), por qué ese ansia de hacer negocio a última hora? ¿De qué les puede servir ese dinero en el Juicio Final? ¿Acaso piensan que también se puede sobornar al tribunal de última instancia?


En fin, dejando de lado temores y a quienes se aprovechan de ellos, vamos con lo que nos interesa. Es absurdo considerar que los mayas, ni ninguna otra civilización, pronosticaran el fin del mundo, al menos como nosotros entendemos el «fin del mundo». Los mayas disponían del calendario más perfecto jamás inventado, mejor incluso que nuestro actual calendario gregoriano, que no es más que calendario juliano reformado, que utilizaban los romanos, y que a su vez lo copiaron de los antiguos egipcios. Como todos los sistemas cronológicos, el calendario de los mayas se dividía en períodos y eras, y al final de cada uno de ellos les sucedían otros, así sucesiva y cíclicamente. El 24 de diciembre de 2012 el calendario maya concluirá un ciclo y comenzará otro, simplemente; por eso no tiene sentidos hablar del «fin del mundo», sería más correcto referirnos al «final de los tiempos» (despojando a esta expresión de su componente apocalíptico), o mucho mejor al «final de la era».

Pero ya que estamos, voy a explicar un poco más en profundidad en qué consistía y como funcionaba el calendario maya. Como he comentado, el calendario de los antiguos mayas era una los más perfectos que se conocieron en la antigüedad, y se utilizó sobre todo para registrar las fechas en inscripciones sobre columnas o estelas de piedra, erigidas en las ciudades mayas durante el Período Clásico (300-900 d.C.).


Para entender el calendario maya es necesario comprender el sistema numérico y reconocer los diversos glifos o signos que identificaban a los distintos días (cada uno de los cuales tenían un nombre, como nuestro lunes, martes, etc.). Además es preciso saber cómo se creó el propio calendario.

La numeración maya es relativamente sencilla. Una concha estilizada significaba cero, un punto «uno» y una barra horizontal «cinco».



En realidad, los mayas utilizaron dos sistemas calendáricos: la rueda calendárica y la cuenta larga.

La rueda calendárica se utilizaba en la mayoría de los asuntos cotidianos. Incluía dos métodos de recuento. El primero es la rueda sagrada de 260 días, que se usa todavía en algunas zonas de las tierras altas mayas. Imaginemos dos ruedas dentadas engranadas, una con números del 1 al 13 y la otra con 20 nombres de días. El día 1 (para utilizar nuestra terminología) será el 1 Imix, el día 2 el 2 Ik, el día 3 el 3 Akbal, y así hasta el día 13, que es el 13 Ben. Pero entonces, el día 14 es el 1 Ix y de este modo continúa el sistema. La secuencia vuelve a coincidir después de 260 días y la nueva rueda sagrada comienza una vez más con el 1 Imix.


Con relación a esto, se registraba el año solar, consistente en 18 meses designados con un nombre, de 20 días cada uno, más un período final de 5 días. El Año Nuevo maya comenzaba el 1 Pop (Pop era el nombre del mes); al día siguiente era el 2 Pop y así sucesivamente.


Estos dos ciclos se desarrollaban simultáneamente, de modo que se podría designar cualquier día con ambos (p. ej., 1 Pop 1 Kan). Sólo se podía producir una combinación específica de este tipo una vez cada 52 años. Por lo tanto, este calendario bastaba para la mayoría de los asuntos cotidianos y el ciclo de 52 años tenía un significado simbólico para los mayas.


La cuenta larga se utilizaba para registrar fechas históricas. Como cualquier sistema calendárico único, necesitaba tener una fecha cero o de inicio, que para los mayas era el 13 de agosto del año 3113 a. C. (según la correlación comúnmente aceptada con el calendario cristiano). Una fecha de la cuenta larga se compone de cinco números (p. ej., en nuestra propia numeración, 8.16.5.12.7). La primera cifra representa el número de unidades más largas transcurrido, el baktun (de 144.000 días o unos 400 años). El segundo es el katún (7.200 días o 20 años), el tercero un tun de 360 días, el cuarto un uinal de 20 días y finalmente el kin, el día.

Se utilizaba una notación posicional, empezando arriba con el número de baktunes y descendiendo hacia las unidades inferiores. Por lo general, cada número iba seguido del glifo de la unidad en cuestión (p. ej., 8 baktunes), de forma que las fechas de las estelas pueden ser reconocidas de inmediato.
La fecha más antigua conocida hasta hoy de una estela del área maya, propiamente dicha, es la de la estela 29 de Tikal, que indica el 8.12.14.8.15. En otras palabras:

8 baktunes = 1.152.000 días
12 katunes = 86.400 días
14 tunes = 5.040 días
8 uinales = 160 días
15 kines = 15 días
---------------------------
ó 1.243.615 días

Contando desde el año cero en el 3113 a. C., la fecha equivaldría al 6 de junio del 292 d. C.


El 24 de diciembre del 2012 el calendario maya se pondrá a cero y comenzará de nuevo la cuenta larga. Para pensar que esta fecha nos señala el fin del mundo, es necesario echarle mucha imaginación. Así que ya sabéis, si queréis hablar con propiedad, referiros a ella como el «fin de una era».


Fuente: Colin Renfrew y Paul Bhan: Arqueología: Teorías, métodos y práctica. Madrid: Akal, 1998; págs. 120-121.

lunes, 29 de marzo de 2010

El hundimiento de la URSS

Continuamos recopilando ejemplos de cómo acercarnos a la Historia y su conocimiento de una manera más amena y desenfada. A continuación vamos a tener ocasión de analizar un vídeo, en que en versión rock´n roll se resume quién fue Mijaíl Gorbachov y qué papel desempeñó en el desmantelamiento de la Unión Soviética. A finales de los años ochenta del siglo XX, su Perestroika supuso el final de un sistema de corte socialista en Rusia y su sustitución por el modelo de los países del bloque occidental: el capitalismo, caracterizado a su vez por el libre mercado, como principal característica económica, y una sociedad inmersa en el consumo masivo.




Over mother Russia
There are moans and cries
The convicted ones are marching
To the never lands to die.
The sound of birds' singing
Is a farewell song,
But this endless plain
is where they belong.

But one escaped
Out of guardman's sight
With his only dream –
To let his country rise.

Freedom was the goal
He was dreaming of,
And that person's name
Is Mijail Gorbachov
Against the oppressor –
I'm the new tsar successor!

Hey, it's time to spill the masters' blood,
Time for us to rise up from the mud.
Gorbachov, a simple Cossack man,
By his side we'll free our native land.

sábado, 27 de marzo de 2010

El rap de la Historia

Mi opinión respecto a la enseñanza de la Historia difiere, creo, de la mayoría. Tradicionalmente el modelo pedagógico empleado para enseñar Historia se fundamentaba en explicaciones teóricas, por parte del profesor, seguidas de la memorización fechas, datos y acontecimientos, por parte del alumnado. En la actualidad muchos profesores de instituto y universidad permanecen fieles a estos principios, sin percatarse que las clases magistrales suelen conducir al aburrimiento más evidente. Para motivar a los alumnos (tarea difícil en estos tiempos que corren) se ve preciso recurrir a nuevos canales de comunicación, aun con riesgo de perder seriedad y rigor en los contenidos. Pero debemos preguntarnos qué es preferible: alumnos asqueados por la asignatura, que no saben absolutamente nada sobre el pasado; o alumnos motivados y con interés por aprender, aunque con una visión sesgada y acaso trucada de la Historia. Sólo es cuestión de elegir… Yo me quedo con la segunda opción y me sirvo del siguiente videoclip para ilustrar mis argumentos: un ejemplo de herramienta que emplearía en la necesidad de motivar a mis alumnos, adolescentes en este caso, para que se acercaran al maravilloso mundo del conocimiento histórico. Que lo disfrutéis.




Toda una vida es poco para un hombre,
la Tierra me entregó un cuándo y un dónde,
atrapado ahora en esta era insomne,
quiero vivir más vidas que la que me corresponde,
viajar a los paisajes que toda memoria esconde.

Verme al principio de los tiempos sin autoconciencia,
homo sapiens cuya ciencia es la supervivencia,
con la piel en carne viva mi paciencia doma el fuego,
Madre Tierra da la esencia que alimenta luego.

Habitar el Nilo antes de Jesucristo,
ser escriba del Antiguo Egipto,
ver que existo y aún resisto junto a Keops, mi faraón,
saber que es dueño de los sueños que poseo y de mi razón.

Civilización en gracia como Grecia,
sentir en vivo la pasión de Platón, cosmovisión.
Desde el Partenón, su herencia
entre columnas corintias, sus lecciones limpian mi conciencia y son
luz para el corazón, luz para la Historia,
luz como magnolias en Mongolia,
sentirme un samurái con sed de gloria,
defender mi imperio, conquistando como único medio para hacer Historia.

Mil vidas, quisiera vivirlas todas, una sola es poco y yo choco entre las olas
del tiempo, horas yendo a la deriva: por qué sólo una época, por qué sólo una perspectiva.

Mil vidas, quisiera vivirlas todas, una sola es poco y yo choco entre las olas
del tiempo, horas yendo a la deriva: por qué sólo una época, por qué.

Las olas del tiempo llegan al Renacimiento,
allí Leonardo me anticipa un nuevo invento,
me siento junto a Copérnico en un mundo esférico y metálico,
mientras la Inquisición sigue mis pasos sin aliento.

Viena, 1700, ciudad llena de cultura,
palpo la hermosura de un lugar lejano,
gozar al rozar a Mozart, verle tocar
y acariciar la eternidad entre sus notas de piano.

Sinfonía en armonía,
querer vivir las vidas que no fueron mías, no es absurdo,
como entrar al palacio de un zar en San Petersburgo
y gritar (¡Revolución!) para cambiar el mundo.

Y mientras cambia yo lo observo:
pueblos invaden pueblos, siglos y derrotas, civilizaciones rotas,
verme al lado de Toro Sentado, ser un chamán
meditando iluminado entre los prados de Dakota.

Y brota en mis manos magia, cura del hombre blanco
y la locura que contagia, y así el futuro se presagia
mientras el sol desde su trono vigila y dicta:
el ser humano es sólo un parpadeo de todo lo que ha visto.

Ven a chocar en las olas del tiempo, milenios que se funden en un solo momento, quiero vivir mil vidas.

Mil vidas, quisiera vivirlas todas, una sola es poco y yo choco entre las olas
del tiempo, horas yendo a la deriva: por qué sólo una época, por qué sólo una perspectiva.

Mil vidas, quisiera vivirlas todas, una sola es poco y yo choco entre las olas
del tiempo, horas yendo a la deriva: por qué sólo una época, por qué.

Chicago, años 20, visto gabardina, zapatos de charol,
siento el descontrol mirando en cada esquina,
la Ley Seca se impone, yo acudo a un cabaret
para olvidarme que la mafia de Al Capone se propone liquidarme.

Viajar a Woodstock y desde el amanecer yacer
entregado al amor libre y al placer,
ver en concierto a Jimmy Hendrix, Janis Joplin y a Tim Hardin,
colocao de LSD, este es mi jardín, mi camping.

Mi libertad sin fin y allí me veo, buceo
entre los prados de la Historia y su fortuna,
quiero escapar junto con esta pluma de un presente que me abruma,
estar en la pupila de Neil Armstrong al pisar la Luna.

Ser un pantera negra, con mi puño en alto, pelo afro,
sentarme con Rosa Parks atrás en aquel auto,
aprender de Crazy Legs y de T-Kid, y de sus primeras firmas,
fin de los 70, sur del Bronx, no hay mas enigmas
que el deseo de vivir más vidas que una sola.
Madrid 83, movida, yo en la puerta del Rock-Ola
fumándome un pitillo, absorto,
pensando que el camino que separa cuna y cementerio es corto.

Mil vidas, allí donde quise estar, y todo lo que quise ver.
Vota por CÁCERES. Candidata a Capital Europea de la Cultura 2016