Hoy no quiero hablar de cumbres que no sirven para nada, ni de los cambios en la composición del gobierno (que tampoco sirven para nada); ni siquiera referirme al espantoso terremoto que ayer sacudió Italia y que, según parece, fue previsto por un científico al que no hicieron ni p... caso… Puesto a comentar alguna noticia lamentable, prefiero quedarme con el recuerdo de Mari Trini y su magnífica voz. Te echaremos de menos. Menuda semanita…
Amores se van marchando
como las olas del mar;
amores los tienen todos,
pero quién los sabe cuidar.
El amor es una barca
con dos remos en el mar,
un remo aprienta en mis manos,
el otro lo mueve el azar.
Quién no escribió un poema
huyendo de la soledad,
quién a sus quince años
no dejó su cuerpo abrazar,
y quién, cuando la vida se apaga
y las manos tiemblan ya,
quién no buscó ese recuerdo
de una barca naufragar.
Amores se vuelven viejos
antes de empezar a amar,
porque el amor es un niño
al que hay que enseñar a andar.
El amor es como tierra,
que hay que arar y sembrar;
míralo al caer la tarde,
que no os lo vengan a robar.
Quién no escribió un poema
huyendo de la soledad,
quién a sus quince años
no dejó su cuerpo abrazar,
y quién, cuando la vida se apaga
y las manos tiemblan ya,
quién no buscó ese recuerdo
de una barca naufragar.
Amores se van marchando…
como las olas del mar;
amores los tienen todos,
pero quién los sabe cuidar.
El amor es una barca
con dos remos en el mar,
un remo aprienta en mis manos,
el otro lo mueve el azar.
Quién no escribió un poema
huyendo de la soledad,
quién a sus quince años
no dejó su cuerpo abrazar,
y quién, cuando la vida se apaga
y las manos tiemblan ya,
quién no buscó ese recuerdo
de una barca naufragar.
Amores se vuelven viejos
antes de empezar a amar,
porque el amor es un niño
al que hay que enseñar a andar.
El amor es como tierra,
que hay que arar y sembrar;
míralo al caer la tarde,
que no os lo vengan a robar.
Quién no escribió un poema
huyendo de la soledad,
quién a sus quince años
no dejó su cuerpo abrazar,
y quién, cuando la vida se apaga
y las manos tiemblan ya,
quién no buscó ese recuerdo
de una barca naufragar.
Amores se van marchando…
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