Como no existen dos sin tres, concluiremos esta jornada dedicada a la poesía y la buena literatura escuchando a mi querido Mario Benedetti. La escena que incluyo a continuación pertenece a la película El lado oscuro del corazón, que recomiendo a quien no haya tenido ocasión de verla, porque aparte de unos diálogos en que se recoge una magnífica antología de versos de Benedetti, Gelman, Girondo…, es idónea para inundar de nostalgia y acompañar esta primavera que acaba de comenzar.
Tengo una soledad
tan concurrida
tan llena de nostalgias
y de rostros de vos
de adioses hace tiempo
y besos bienvenidos
de primeras de cambio
y de último vagón.
Tengo una soledad
tan concurrida
que puedo organizarla
como una procesión
por colores
tamaños
y promesas
por época
por tacto
y por sabor.
Sin temblor de más
me abrazo a tus ausencias
que asisten y me asisten
con mi rostro de vos.
Estoy lleno de sombras
de noches y deseos
de risas y de alguna
maldición.
Mis huéspedes concurren
concurren como sueños
con sus rencores nuevos
su falta de candor
yo les pongo una escoba
tras la puerta
porque quiero estar solo
con mi rostro de vos.
Pero el rostro de vos
mira a otra parte
con sus ojos de amor
que ya no aman
como víveres
que buscan su hambre
miran y miran
y apagan mi jornada.
Las paredes se van
queda la noche
las nostalgias se van
no queda nada.
Ya mi rostro de vos
cierra los ojos
y es una soledad
tan desolada.
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