El sábado pasado, en el Convento de la Coria de Trujillo, tuvo lugar la clausura de los XXXVII Coloquios Históricos de Extremadura, con una interesante conferencia pronunciada por el profesor Miguel Ángel Melón, que llevaba por título Extremadura, 1808-1812. Claves para entender el final traumático de una sociedad en crisis.
Al final del acto, se procedió a la entrega de los premios correspondientes a estos coloquios históricos. Tal como anuncié en su momento, el que escribe estas líneas participaba en dichos coloquios con una comunicación cuyo resumen podéis encontrar en una entrada anterior. Modestia aparte, ahora me complace comunicaros que el jurado consideró que mi ponencia era merecedora del premio otorgado por la Fundación Xavier de Salas para jóvenes investigadores.
Aprovecho la ocasión para agradecerles a la organización de los Coloquios y a la Fundación Xavier de Salas no sólo que me concedieran este galardón, sino además la oportunidad de participar en estas jornadas. Para cualquier persona como yo, que en estos momentos de su vida comienza a dar sus primeros pasos en el proceloso mundo de la investigación histórica, poder participar en actividades como estos coloquios supone una ocasión única, en primer lugar por la posibilidad de exponer los resultados de estas investigaciones, y después por la publicación de los mismos.
Los Coloquios Históricos de Extremadura, con una dilatada trayectoria de más de tres décadas, son y seguirán siendo punto de partida y referencia para todo aquel, profesional o aficionado, que sienta un especial interés por el pasado de nuestra región. Pasear por las actas de los coloquios, publicadas cada año en voluminosos tomos, supone encontrar artículos de gran calidad e interés sobre variedad de temas, épocas y lugares de la historia de Extremadura. Se trata de una fuente de documentación fundamental, a veces desconocida, de ahí que sea tan encomiable la labor de digitalización de estos fondos que actualmente se lleva a cabo. Por ello, me siento especialmente agradecido, no sólo por el premio, sino por haber tenido la oportunidad de participar en tan magnífico proyecto de difusión de nuestro pasado, nuestro patrimonio y nuestra cultura. En estos momentos ya estoy pensando en la comunicación que presentaré para el próximo año… os mantendré informados.
Al final del acto, se procedió a la entrega de los premios correspondientes a estos coloquios históricos. Tal como anuncié en su momento, el que escribe estas líneas participaba en dichos coloquios con una comunicación cuyo resumen podéis encontrar en una entrada anterior. Modestia aparte, ahora me complace comunicaros que el jurado consideró que mi ponencia era merecedora del premio otorgado por la Fundación Xavier de Salas para jóvenes investigadores.
Aprovecho la ocasión para agradecerles a la organización de los Coloquios y a la Fundación Xavier de Salas no sólo que me concedieran este galardón, sino además la oportunidad de participar en estas jornadas. Para cualquier persona como yo, que en estos momentos de su vida comienza a dar sus primeros pasos en el proceloso mundo de la investigación histórica, poder participar en actividades como estos coloquios supone una ocasión única, en primer lugar por la posibilidad de exponer los resultados de estas investigaciones, y después por la publicación de los mismos.
Los Coloquios Históricos de Extremadura, con una dilatada trayectoria de más de tres décadas, son y seguirán siendo punto de partida y referencia para todo aquel, profesional o aficionado, que sienta un especial interés por el pasado de nuestra región. Pasear por las actas de los coloquios, publicadas cada año en voluminosos tomos, supone encontrar artículos de gran calidad e interés sobre variedad de temas, épocas y lugares de la historia de Extremadura. Se trata de una fuente de documentación fundamental, a veces desconocida, de ahí que sea tan encomiable la labor de digitalización de estos fondos que actualmente se lleva a cabo. Por ello, me siento especialmente agradecido, no sólo por el premio, sino por haber tenido la oportunidad de participar en tan magnífico proyecto de difusión de nuestro pasado, nuestro patrimonio y nuestra cultura. En estos momentos ya estoy pensando en la comunicación que presentaré para el próximo año… os mantendré informados.
D. Jaime de Salas Ortueta, presidente de la Fundación Xavier de Salas, me hace entrega del Premio para Jóvenes Investigadores de los Coloquios Históricos de Extremadura en su XXXVII edición.
Foto de familia en la clausura de los XXXVII Coloquios Históricos de Extremadura. A mi izquierda, mi compañero y amigo Carlos Marín, también participante en estos coloquios.
Foto de familia en la clausura de los XXXVII Coloquios Históricos de Extremadura. A mi izquierda, mi compañero y amigo Carlos Marín, también participante en estos coloquios.
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