viernes, 15 de febrero de 2008

Sólido de Constancio II

En la exposición que conmemora los 75 años del Museo de Cáceres en su actual establecimiento del Palacio de las Veletas, podemos ver, en una de las vitrinas, esta espectacular moneda de oro del emperador Constancio II. Apareció en el transcurso de los trabajos de excavación que se llevaron a cabo en la ciudad romana de Cáparra durante el 2001. En el Museo Nacional de Arte Romano me parece que se expone otra moneda, si no igual, muy parecida a ésta, encontrada en Mérida.


Módulo: 22 mm.
Peso: 4,6 gr.
Anverso: Busto del emperador de frente, diademado y con casco, coraza cubriéndole el pecho, apoya una lanza sobre el hombro derecho y sostiene una adarga decorada con un caballo con la mano izquierda. Leyenda: FL(avius) IVL(ius) CONSTAN-TIVS PERP(etuus) AVG(ustus).
Reverso: Alegorías de Roma y Constantinopla entronizadas, la primera de frente y la segunda girada a la izquierda con un pie sobre la proa de una galera. Ambas sostienen un escudo con la leyenda inscrita: VOT(a) XXX MVLT(is) XXXX. Alrededor: GLORIA REI-PVBLICAE. En el exergo, nombre de la ceca: S(acra) M(oneta)
N(icomedia) Bv.

(RIC VIII 74; Cohen 112)

Se trata de un sólido (solidus aureus), moneda que comenzó a ser acuñada entre los años 309 y 310, a raíz de la reforma monetaria emprendida por emperador Constantino «el Grande». Equivalía a 1/72 de libra y también tenía divisores: los semises, que valían la mitad, y los tremises, una tercera parte. En el nombre de solidus se encuentra la etimología de la palabra actual «sueldo», aunque, a más de uno, ya nos gustaría a final de mes que nos pagasen con monedas de oro. Creo que el precio de una como ésta en el mercado de antigüedades puede rondar los 900 €.

Constancio (317-361 d. C.) era el tercer hijo de Constantino «el Grande» y la emperatriz Fausta. A la muerte de su padre, ocurrida en el 337, con sus hermanos Constantino y Constante --por lo que se ve, no debieron quebrarse mucho la cabeza a la hora de elegir los nombres--, se dividió el Imperio. Constantino II recibió Britania, la Galia e Hispania; Constante reinó sobre Italia, África y las provincias ilíricas, y a Constancio II le correspondió Constantinopla y todo Oriente.

Este reparto se modificó en el 340, cuando Constantino II murió tratando de derrocar a Constante en Italia, y éste quedó como único soberano de la parte occidental del Imperio. Otro cambio en la división se produjo en el 350, año en que Constante falleció en una batalla frente a las tropas del usurpador Magnencio. Hasta entonces, Constancio II sólo se había preocupado de combatir contra el Imperio Persa, pero el desarrollo de los acontecimientos le obligó a elevar a su primo Constancio Galo a la categoría de césar y colaborador suyo, y de este modo poder prestarle más atención a la insurrección de Magnencio. Un año después, éste fue derrotado en la batalla de Mursa Major, una de las más sangrientas de la historia de Roma.

Sofocada la rebelión, Constancio II ordenó el asesinato de su primo Galo, por miedo a que pudiera encabezar un nuevo golpe de estado. Durante el resto de su vida se destacó por perseguir tenazmente la religión pagana, que todavía se practicaba y contaba con buen número de seguidores a lo largo y ancho del Imperio. Sin embargo, su punto de vista era coincidente con el del arrianismo, y trató de favorecer esta rama del cristianismo frente a la oficial surgida del concilio de Nicea (325).

Tras las purgas con que el emperador había tratado de librarse de posibles enemigos, no tuvo más remedio que nombrar césar a su cuñado Juliano, casado con su hermana Helena, el único varón de su familia que permanecía con vida. Pero este nombramiento le costó caro al emperador, pues Juliano se alzó en armas y fue proclamado augusto por sus tropas en la Galia. El 3 de noviembre de 361 Constancio murió cerca de Tarso a causa de unas fiebres, dejando a su enemigo el campo expedito para proclamarse emperador del Imperio Romano y restituir la religión pagana, de ahí su apodo de «el Apóstata».

Busto del emperador Constancio II en el Museo Centrale Montemartini (Roma).

La moneda que aquí nos ocupa conmemora el cumplimiento de los votos decenales por parte del emperador Constancio II. La expresión vota tricennalia multis votis quadracennalibus viene a indicar que se han cumplido treinta años del ascenso al trono del emperador y que éste espera renovar esos votos dentro de otros diez años. Por tanto, si consideramos como fecha del inicio del reinado de Constancio II la de su coronación como césar (324), podemos deducir que esta moneda fue acuñada en torno al 354.

Otro aspecto interesante es el de la representación alegórica de las ciudades de Roma y Constantinopla, que identifica la doble capitalidad establecida por el emperador Constantino con la fundación de la segunda en el año 330, quedando Roma como la ciudad más importante en el Imperio de Occidente y Constantinopla en el de Oriente. La marca de la ceca nos indica que esta moneda fue acuñada en Nicomedia, capital de la provincia de Bitinia (actual Izmit), y las letras Bv señalan la denominación de la oficina o el taller. Una moneda acuñada en una ciudad frente a la costa del Mar Negro que aparece en el otro extremo del Imperio, en este caso en la Lusitania, da pie a interesantes interpretaciones acerca de la fluidez de los contactos comerciales, en una época que tradicionalmente se consideró por parte de la historiografía como de decadencia y de crisis, aunque la evidencia de los hallazgos arqueológicos nos vienen a demostrar más bien lo contrario.

La cantidad de datos que se pueden extraer de una simple moneda, aparte del valor material que éstas puedan tener, es lo que hace de la numismática una de las disciplinas más sugerentes y entretenidas. También, por esta misma razón, es tan importante que los hallazgos monetarios tengan lugar en su contexto arqueológico, pues fuera de él, como en el caso de los expolios que tanto proliferan de manos de desaprensivos y piratas, las monedas pierden buena parte de su valor y la información que nos pudiera haber proporcionado.

Arco de Cáparra.


Para ver otras monedas acuñadas durante el mandato de Constancio II, se puede visitar la página: http://www.wildwinds.com/coins/ric/constantius_II/i.html

La exposición «En delicada forma. 75 años del Museo de Cáceres en la Casa de las Veletas» se puede visitar hasta el 13 de abril en la Casa de los Caballos,
de martes a sábados: 9,00 - 14,30
domingos: 10,15 - 14,30
(entrada gratuita)

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