Como prometí hace dos semanas, quedé pendiente de informar de un nuevo e interesante descubrimiento arqueológico en el mismo casco antiguo de Cáceres. En el transcurso de las obras de demolición del edificio donde se proyecta construir un hotel, propiedad de los dueños del Restaurante Atrio, para más señas, situado en la Plazuela de San Mateo, en la confluencia de las calles Condes y Olmos, se descubrió hace cosa de menos de un mes, la siguiente inscripción romana, que se encontraba empotrada en uno de los muros. Inmediatamente ha sido trasladada y depositada en el Museo de Cáceres, en cuyo jardín he podido verla y estudiarla.
Se trata de un epígrafe conocido desde que el clérigo Simón Benito Boxoyo la documentase en 1790; sin embargo, desde el siglo XIX para acá debió permanecer oculta y todos los demás investigadores la han dado por perdida.
Se trata de un epígrafe conocido desde que el clérigo Simón Benito Boxoyo la documentase en 1790; sin embargo, desde el siglo XIX para acá debió permanecer oculta y todos los demás investigadores la han dado por perdida.
Estela funeraria de granito, de forma rectangular, con el campo epigráfico en la parte superior, rehundido en una especie de hornacina cuadrada con remate semicircular.
Dimensiones: 97 x 47 x 24 cm.
Dimensiones del campo: 36 x 31 cm.
Altura de las letras: 1ª y 2ª línea, 8 cm.; 3ª, 7 cm. Capitales cuadradas.
Procedencia: La casa esquina de la calle Olmos y de los Condes, que fue propiedad del Marqués del Reyno y hasta hace poco estuvo ocupada por los servicios territoriales de la Junta de Extremadura. Actualmente, se ha demolido para construir en el solar un hotel de lujo.
Situación actual: Museo de Cáceres.
Q(uintus)
Uruci(us)
Câpitoni(s) f(ilius)
«Quinto Urucio, hijo de Capitón».
Dimensiones: 97 x 47 x 24 cm.
Dimensiones del campo: 36 x 31 cm.
Altura de las letras: 1ª y 2ª línea, 8 cm.; 3ª, 7 cm. Capitales cuadradas.
Procedencia: La casa esquina de la calle Olmos y de los Condes, que fue propiedad del Marqués del Reyno y hasta hace poco estuvo ocupada por los servicios territoriales de la Junta de Extremadura. Actualmente, se ha demolido para construir en el solar un hotel de lujo.
Situación actual: Museo de Cáceres.
Q(uintus)
Uruci(us)
Câpitoni(s) f(ilius)
«Quinto Urucio, hijo de Capitón».
J. Martínez Quesada (1965): Extremadura en el siglo XVIII (Según las visitas giradas por la real Audiencia de Extremadura en 1790). Barcelona: 101, nº 13 = S. B. Boxoyo (1952): Historia de Cáceres y su Patrona. Cáceres: 150, nº 14 = E. Cerrillo Martín de Cáceres (2007): Claudio Constanzo y la epigrafía extremeña del siglo XIX. Madrid: 110, f. 21, nº 14 = Anónimo (1854): Cáceres en 1828: datos históricos estadísticos y otras curiosidades. Cáceres: 43, nº 3 = CIL II, 716 (de Masdeu, Boxoyo y Constanzo) = CPILC, 100 = C. Callejo Serrano (1968): «La arqueología de Norba Caesarina», Archivo Español de Arqueología, XLI, 117-118: 145, nº 33 = J. Esteban Ortega (2007): Corpus de inscripciones latinas de Cáceres. I. Norba. Cáceres: 140-141, nº 174.
Como ya hemos comentado, Boxoyo es quien primero documenta esta inscripción, en sus dos manuscritos: las contestaciones al interrogatorio de la Real Audiencia (1790) y en sus Noticias históricas de la muy noble y leal villa de Cáceres (1794). En este último dice: «En el Portal de la casa de Golfines de arríba hai una lapida de mas de 3 varas de largo, y dice así: Q. Vrvci. Carioni. f. “Quinto Urucio, hijo de Carion”». Constanzo la describe en el mismo lugar, aunque varía su transcripción: «En el Portal de la Casa de los Golfines de Arriva, Calle del Ólmo hay una Lapida de mas de Tres Varas con esta Ynscripcion. Q· / Vrvci· / Cayioni· / f· La tercera letra de la tercera linea es una T. Antigua. La Lapida parece Sepulcral; y puede lèerse de dòs maneras: ó Quinctus Vrucius Cationi Filius. Quinto Urucio Hijo de Cation: Ò mas bien Quinctus Vrucius Cationi: Fecit: Quinto Vrucio (Hizo este Sepulcro) á Cation.»
Una lectura correcta es la que sugiere Hübner (1869), aunque para entonces es posible que la inscripción ya no se encontrase a la vista. De todos modos, los autores anteriores le informaron de que se encontraba en el Palacio de los Golfines de Arriba, y no en las casas donde finalmente ha reaparecido. En dicho palacio, en la actualidad existe otra inscripción, empotrada en la pared al lado de una ventana, que nada tiene que ver con la que aquí mencionamos, y de cuyo análisis y estudio me ocupé al escribir mi Paseo epigráfico (nº 12).
El nomen Urucius no aparece documentado en ningún otro lugar de la Península Ibérica, por lo que estaríamos ante lo que en la jerga epigráfica se conoce como un unicum. Por su parte, de Capiton existen bastantes ejemplos en la Lusitania (VV AA (2003): Atlas antroponímico de la Lusitania romana. Mérida-Burdeos: 132-133) Forma parte del grupo de cognomina latinos que hacen referencia a las peculiaridades físicas del individuo (I. Kajanto (1965): The Latin Cognomina. Helsinki: 235), pudiendo traducirlo en esta caso como «cabezón». Capiton y, sobre todo, la forma Capito aparecen exclusivamente en la Hispania indoeuropea, es decir, en la Lusitania y la Celtiberia (J. Untermann (1965): Elementos de un atlas antroponímico de la Hispania Antigua. Madrid: 89-90, mapa n.º 29). Es interesante resaltar que en latín estos nombres terminados en –on perdieron pronto la –n. El hecho, pues, de que en la Península esté atestiguado Capiton parece indicar que entraría en ella en fecha muy temprana, probablemente en las primeras campañas militares del siglo II a. C. En la provincia de Cáceres contamos con ocho casos: en Belvís de Monroy, Brozas, Cáparra (2), Tejeda del Tiétar, Trujillo, Valdelacasa de Tajo y, finalmente, en Cáceres, en una de las dos inscripciones empotradas en la fachada del palacio del Vizconde de Roda, que en su momento también traté en mi Paseo epigráfico (nº 4).
La casa en la que ha aparecido la inscripción y que dentro de nada se convertirá en un lujoso hotel, como hemos comentado, perteneció al famoso García de Arce y Aponte, VIII Marqués del Reyno, y según dicen en ella vivía su amante, la gitana Carmen Campos, cuando no pasaba los veranos en el castillo de la Arguijuela de Arriba. Pero esta es otra historia, que algún día posiblemente os cuente…
3 comentarios:
Usted sí que tiene un señor blog! Enhorabuena por los contenidos.
Salu2 desde Roma
PS. Tengo pendiente un paseo epigráfico por Cáceres
Si esto pasase en Mérida se paraban las obras y se expropiaba el terreno para seguir buscando restos...pero esto es Cáceres y los dueños del local los "intocables" de Atrio...
Felicidades por el blog
Gracias a ambos por vuestros comentarios. Carolina, de mayor quiero ser como tú... y el paseo (no el libro, que te envío a donde me digas) queda pendiente para cuando vengas a visitar Cáceres.
Respecto a la construcción del hotel de lujo en la plaza de San Mateo, no he querido ahondar en la polémica, ya se ha dicho y escrito bastante al respecto. Creo que a estas alturas todo el mundo sabe lo que se cuece, y no precisamente en los fogones... Amigo, tú lo has resumido perfectamente.
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