Reconozco que nunca me han apasionado los concursos musicales de la televisión, pero ayer hice una excepción y vi entera la gala en la que elegían al cantante que nos representará este año en Eurovisión. Bueno, si a lo anoche se le podía llamar gala, porque menuda vergüenza de televisión pública. El presupuesto se les debió ir todo en contratar a Rafaella Carrá, que hizo lo posible por presentar aquello. Seguramente no les quedó más remedio que recurrir a la italiana, porque lo de ayer hubiera hundido la reputación y la carrera de cualquier otro presentador español.
Sin embargo, si algo salvó el programa, esto fue, por una vez, la transparencia de las votaciones, un afortunado preludio de las que nos depara la jornada de hoy. Evidentemente quien ganó lo hizo gracias a la soberanía popular, y no quisiera ni imaginarme que ésta anduviese errada, pues aunque Rodolfo Chikilicuatre pueda ser un actor que vaya de coña --yo lo dudo--, había que ver al resto de participantes: esos sí que eran caricaturas de sí mismos (a excepción de La casa azul).
De todas maneras, viendo el panorama de los grupos y solistas que envían al concurso el resto de países europeos, seguro que este año nos alzamos con la victoria. Y si no ganamos, por lo menos en verano todos bailaremos el chiki chiki…
MySpace de Rodolfo Chikilicuatre.
1 comentario:
Muy bien puntualizado lo de La Casa Azul :P
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