Hace unos días el Ayuntamiento ha decidido darle el nombre de Federico Reaño a un parque de la barriada de Los Fratres. Yo soy el primero que reconozco que, hasta hace poco, apenas había oído hablar de este insigne poeta y militar, cacereño no de nacimiento sino de adopción. Pero a la vista de su producción literaria, no muy extensa, pero de una calidad encomiable, este reconocimiento no sólo era una deuda pendiente, que se valorase y difundiese la figura de este olvidado escritor, sino que podemos considerarlo casi una necesidad para la cultura de nuestra ciudad, carente de referentes literarios durante buena parte de su historia.
Me parece muy buena idea tratar de rescatar los nombres de personajes tan importantes de nuestro pasado y poder participar de su recuerdo teniéndolos inmortalizados en la denominación de alguna calle. Es mi opinión particular, pero considero una vergüenza que haya vías en Cáceres a las que se decidió bautizar con los nombres de los signos del zodiaco, de pájaros, flores o de cualquier otra tontería, cuando prohombres de la talla de Diego de Cáceres Ovando, Fernando Yáñez de Figueroa, Bernardino de Carvajal o el arquitecto Ángel Pérez --por decir los primeros que se me vienen a la mente-- no gozan del privilegio de que su nombre figure ni en una mísera travesía. Por eso, quiero reconocer públicamente la labor de Mercedes Pulido, que en este caso ha logrado desempolvar del olvido la memoria de este escritor y poeta, y que me consta que continúa infatigable para que se reconozca en el callejero los nombres de otros hijos ilustres de la ciudad.
Federico Reaño García (1879-1927) era natural de Talavera de la Reina, pero en 1908 llegó a Cáceres, donde se casó y tuvo ocho hijos. Desde entonces destacó en las tertulias literarias y los periódicos de la época con sus composiciones poéticas. Él mismo dirigió algunas publicaciones, como Extremadura Literaria o el semanario Renovación. Algunos de los títulos de sus obras que se han conservado son los siguientes:
- et Juan Luis Cordero: Las dos sendas (comedia en dos actos con una introducción). Cáceres: [s.n.], 1913 (Impr. Santos Floriano).
- De la tierra extremeña (novelas cortas). Cáceres: [s.n.], 1914 (Impr. Santos Floriano).
- El convidado: ensayo de una novela cómica. Cáceres: [s.n.], 1915 (Impr. Santos Floriano.
- Miniaturas: crónicas rápidas. Cáceres: [s.n.], 1915 (La Minerva).
- et Cipriano Campillo: El profeta Elías: juguete cómico en un acto. Madrid: Sociedad de Autores Españoles, 1917.
- Hechos y sucedidos: relatos históricos, breves y humorísticos. Cáceres: [s.n.], 1922 (Impr. Santos Floriano).
- Por esos mundos…: curiosidades históricas, geográficas y científicas, comentadas humorísticamente. Cáceres: [s.n.], 1922 (Impr. Santos Floriano).
- Mosaico humorístico: anécdotas, siluetas y bagatelas históricas. Cáceres: [s.n.], 1923 (Impr. Santos Floriano).
- Cuentos extremeños: en verso y en prosa. [Madrid]: Administración del Noticiero-Guía de Madrid, [1923].
- Teresina (novela). Cáceres: [s.n.], [19--?] (La Minerva).
- Érase que se era… (cuentos). Cáceres: [s.n.], [19--?] (La Minerva).
- et Cipriano Campillo: El cauce de la vida (boceto de comedia en un acto, original y en prosa). Cáceres: [s.n.], [s.a.] (Impr. Santos Floriano).
- Viñetas variadas. [s.n.], [s.a.].
En el campo de la novela también publicó títulos tales como Amor burlón, El bueno de Pulpejo, En tierra extremeña, Cosas y casos, Del rincón extremeño, Cuentos al minuto, La mala mujer e Historia vulgar. Entre sus composiciones teatrales debemos señalar El hijo del editor, Los consuegros y La niña de las coplas, aparte de las que ya hemos mencionado. Además también cultivó la poesía, que aparte de las publicadas en diarios y revistas, reunió en una antología titulada Hojas caídas.
Federico Reaño García (1879-1927) era natural de Talavera de la Reina, pero en 1908 llegó a Cáceres, donde se casó y tuvo ocho hijos. Desde entonces destacó en las tertulias literarias y los periódicos de la época con sus composiciones poéticas. Él mismo dirigió algunas publicaciones, como Extremadura Literaria o el semanario Renovación. Algunos de los títulos de sus obras que se han conservado son los siguientes:
- et Juan Luis Cordero: Las dos sendas (comedia en dos actos con una introducción). Cáceres: [s.n.], 1913 (Impr. Santos Floriano).
- De la tierra extremeña (novelas cortas). Cáceres: [s.n.], 1914 (Impr. Santos Floriano).
- El convidado: ensayo de una novela cómica. Cáceres: [s.n.], 1915 (Impr. Santos Floriano.
- Miniaturas: crónicas rápidas. Cáceres: [s.n.], 1915 (La Minerva).
- et Cipriano Campillo: El profeta Elías: juguete cómico en un acto. Madrid: Sociedad de Autores Españoles, 1917.
- Hechos y sucedidos: relatos históricos, breves y humorísticos. Cáceres: [s.n.], 1922 (Impr. Santos Floriano).
- Por esos mundos…: curiosidades históricas, geográficas y científicas, comentadas humorísticamente. Cáceres: [s.n.], 1922 (Impr. Santos Floriano).
- Mosaico humorístico: anécdotas, siluetas y bagatelas históricas. Cáceres: [s.n.], 1923 (Impr. Santos Floriano).
- Cuentos extremeños: en verso y en prosa. [Madrid]: Administración del Noticiero-Guía de Madrid, [1923].
- Teresina (novela). Cáceres: [s.n.], [19--?] (La Minerva).
- Érase que se era… (cuentos). Cáceres: [s.n.], [19--?] (La Minerva).
- et Cipriano Campillo: El cauce de la vida (boceto de comedia en un acto, original y en prosa). Cáceres: [s.n.], [s.a.] (Impr. Santos Floriano).
- Viñetas variadas. [s.n.], [s.a.].
En el campo de la novela también publicó títulos tales como Amor burlón, El bueno de Pulpejo, En tierra extremeña, Cosas y casos, Del rincón extremeño, Cuentos al minuto, La mala mujer e Historia vulgar. Entre sus composiciones teatrales debemos señalar El hijo del editor, Los consuegros y La niña de las coplas, aparte de las que ya hemos mencionado. Además también cultivó la poesía, que aparte de las publicadas en diarios y revistas, reunió en una antología titulada Hojas caídas.
Para terminar recordando a este insigne escritor, qué mejor manera de hacerlo que con unos versos que le dedicó a la Patrona de Cáceres, la Virgen de la Montaña.
Ante su altar
Ansiando encontrar consuelo
a mi profundo penar,
elevé mi vista al cielo
y acudí con gran anhelo
a postrarme ante su altar.
Orando en la ermita estaba,
y al rezar, el alma mía
dulce consuelo encontraba,
pues la Virgen escuchaba
lo que mi labio decía.
Y rezando con fervor
ante su imagen de hinojos,
escuché un leve rumor
y vi en sus divinos ojos
una mirada de amor.
Al punto creí sentir
una voz dulce y extraña
que parecía decir:
Te acaba de bendecir
la Virgen de la Montaña.
El reportaje sobre la denominación de un parque con el nombre de Federico Reaño fue publicado el pasado miércoles, 26 de marzo, en el periódico Hoy. También apareció la noticia en el Periódico Extremadura del 30 de marzo, domingo [editado a 1 de abril de 2008]. V. Publio Hurtado: Ayuntamiento y familias cacerenses. Cáceres: [s.n.], [1918] (Tip. Luciano Jiménez Merino); págs. 711-712.
4 comentarios:
Menos mal que has vuelto, porque se te echaba de menos, pero ya veo que la vuelta ha sido prolífica. Parece que, por fin, se empiezan a rescatar nombres para el callejero. Yo lo intenté en mi etapa de concejal, pero no te puedes imaginar lo difícil que es llegar a acuerdos. Por eso se ponían nombres de lo más peregrinos. Estoy orgulloso de que algunas calles lleven los nombres que yo propuse como Cáceres el Viejo, Castra Caecilia o Castra Servilia, aunque ésta última vía quedó reducida a Servilia a secas sin saber por qué. Yo insistía en coger el Interrogatorio de la Real Audiencia, donde aparecen más de un centenar de hijos ilustres de esta ciudad. Tú has nombrado algunos, pero qué me dices de Álvaro de Sande, de Juan de Ovando, de Bernardino López de Carvajal, del Marqués de Camarena, del de Ovando, del de Torres Cabrera, de Mencía de los Nidos, esa gran desconocida de nuestra historia, de Perálvarez holguin, de Lorenzo de Aldana, de Francisco de Sande... Y podría seguir ad nauseam. Cuando en octubre hicimos el homenaje a mi querido García Rueda (que murió en medio de la indiferencia, siendo uno de los grandes historiadores de lo social) dije que ciudad ingrata es ésta que premia lo anecdótico y obvia lo fundamental. Sólo tenemos que ver algunas calles y algunas distinciones. El problema es que como aquí nos conocemos todos, cómo vas a votar en contra de alguien cuyos hijos o nietos conoces. El verdadero problema vendrá cuando llegue una persona que merezca un reconocimiento y se niegue a aceptarlo por no estar al lado de ciertos nombres. Como diría Lope, no sé qué tiene la aldea / donde vivo y donde muero, / que con venir de mí mismo / no puede venir más lejos.
Un abrazo.
Tienes más razón que un santo. A mí alguna vez me han pedido que firmara para que al abuelo de "novoyadecirquien" le pusieran una calle. Este señor, en verdad, no tuvo ninguna importancia para la época en que vivió, pero sus hijos había hecho dinero y gozan de cierto renombre por sus empleos y puestos que han ocupado. Obviamente no firmé. Me decían que era muy popular y que había ayudado mucho a la gente, pero yo sabía que quién en realidad pretendían destacar eran sus hijos y sus nietos. Mi abuelo también es muy conocido, va por la calle y todo el mundo le saludo, pero no creo que ese sea motivo para que yo tenga que pedir que le pongan una calle.
Por cierto, hablas de Juan de Ovando. ¿Sabes dónde tiene una calle? En Rincón de Ballesteros. Parece de guasa, y aquí nadie se ha dignado en dedicársela.
Hablas de Mencía de los Nidos. ¡Qué casualidad! Hace unos días le prometí a una bloggera peruana, que tienen una página sobre las mujeres en la Historia, que hablaría sobre esta heroína cacereña. Espero hacerlo en esta semana, y que me aportes tus crítica.
Un abrazo,
ANTONIO
Desconocía lo de Rincón de Ballesteros, la próxima vez que vaya lo veré. Sobre Mencía de los Nidos he escrito alguna cosa y tengo bastante documentación si la necesitas. Además, escribí un drama sobre ella que aún está sin estrenar. Tanto hablar de Inés de Suárez y tenemos aquí a una que ríete de Agustina de Aragón.
Te agradezco mucho tu ofrecimiento, pero la entrada que le dedique a Mencía de los Nidos va a ser algo breve. Tengo por ahí un artículo del Exrtremadura sobre ella, de hace un año o dos, supongo que escrito por ti, porque aparece firmado por "Francisco" a secas. De todos modos, mencionaré lo de la obra de teatro, por si me quieres dar algún detalle más sobre la misma.
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